Juventud: El desafío constante Por: Carlos Alberto Baena @ Baena


La juventud es sin lugar a dudas, un tema central para la sociedad. Aunque por estos días ella sea tratada con frecuencia en cada debate y en todas las campañas políticas, es necesario no perder el camino por el deslumbramiento momentáneo que a su alrededor se produce, sino permanecer con la mirada puesta en el horizonte, para reconocer las iniciativas estructurales que se construyen a su alrededor.

El enfoque juvenil juega un rol de primera importancia cuando se vincula a cualquier discusión acerca de los valores; se tiene en cuenta para analizar su incidencia en los hechos delictivos; es protagonista cuando se piensa en el mejor aprovechamiento posible del tiempo libre; preocupa sobremanera en las reflexiones sobre educación pública o privada en todos su niveles y los permanentes desafíos de cobertura y calidad; no se puede omitir cuando se pone la vista en los adultos mayores y los temores de accesibilidad a una pensión digna; siempre está presente en el diseño de las políticas públicas; se constituye en un reto, cuando el tema a tratar es el empleo o la productividad.

Y así, sucesivamente se pueden recordar infinidad de cuestiones que giran a su alrededor: Ambiente, tecnología, virtualidad, redes sociales, respeto, deportes, finanzas, artes, cultura, salud y tantas otras más. Por lo tanto, la juventud no puede ser una cuestión simple en el discurso, sino, más bien, punto de referencia en la coordinación de acciones que permitan brindar las mejores condiciones posibles, de tal forma que cada uno de sus integrantes, cuente con lo necesario para convertirse en verdadero artífice en su proyecto de vida.

Entonces, de acuerdo con lo que se observa más próximo para el país, creemos que es necesario impulsar el emprendimiento entre los jóvenes, en especial desde que se encuentran en sus últimos años de bachillerato. Para conseguirlo, se deberían gestar oportunidades mediante un programa que vincule con acierto la generación de empleo y el bienestar familiar. Si la educación dedica una de sus líneas a esta vía, se pueden producir cambios significativos a corto plazo.

Por otro lado, se debe reconocer la fortaleza que ofrece el deporte en calidad de camino exitoso, para apartar a los jóvenes de los tortuosos senderos de la delincuencia, o la adicción a los estupefacientes. Y para conseguirlo, corresponde fortalecer con prontitud las inversiones y la implementación de estrategias para su desarrollo.

Columna publicada en el diario impreso:

 

 

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